Unos ojos de color miel, estudian la manera de retocar unas
formas, para que sean
exactas. La precisión tiene que ser llevada a cabo y hay que añadir
acero o reducirlo para que el material llegue por todas partes…Esas cavidades
que quedaban ocultas en otros estudios, aparecen ahora en estos nuevos vídeos…
Los ojos vivos detectan fallos, descubren que hay montículos
en alguna de las paredes, en los tubos de inyección, en los negativos del
circuito de refrigeración… y en la imagen, siempre tridimensional se
divisa esa montaña de material que sobra: verdaderos cerros quedaron atrapados por el
calor o por el frio…hay que rebajar esas colinas, para que el paisaje sea
correcto… un par de árboles han quedado enganchados , atrapados por algún fallo
humano, no calculado, y ahora se paga ….Hay que revisar todo el espacio a la
milésima de milímetro, hay que responsabilizarse de la pieza para que salga
perfecta, y eso lleva tiempo…una pequeña piedra, que en la escala humana
quitaríamos con un cincel y un martillo, aquí no alcanza el ojo a ver…nuestro
nervio óptico queda tan tensado que se agarrota al querer ver y traspasar la pantalla…Queremos que sea
perfecto, y hay cosas que pueden casi serlo…a pesar de ser humanos.
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