marzo
2013…Pensamientos de un avión
Llega la Marta , por fin, aun tener escala en Cairo y solo haber
atravesado el Nilo en un montón de constelaciones que quedan pegadas a la
orilla de uno de los lados , como un contorno de ojos, fino, que va dibujando sus curvas…sus orillas…eses
y eses como una culebra pequeña y
atontada, porque la acaricio.
Aún no es mi destino.
A una altura de 7162…hemos pasado
Mumbai, Hyderabad y Rangun…y de golpe tengo casi ocho horas menos… Guilin no
parece lejos, hasta Sydney parece que esté aquí al lado…ahora solo seria cosa
de 4 h más y ya estaría en Australia. La altura va bajando deliberadamente ya 4622m, ya solo quedan 50 km a Bankgkok, como
ir dos veces a Borges, la diferencia es lo que encuentras…
3000m y a 500 k/h y seguimos disminuyendo la velocidad,
reduciendo fuerza, hasta rozar el
suelo, probando la tierra, ensayando un
territorio nuevo .Ya solo 30 km para llegar, realmente como si me llegara a Juneda
o Arbeca…pero es Mergi que está al norte….nunca estuve tan cerca de
la línea del Ecuador entre dos océanos, Indico y Pacifico…
Planeamos de nuevo, en unas horas dejamos atrás países, como
si fueran grandes pisadas. La máquina
blanca va traspasado cordilleras y glaciares, en lugares remotos, pretéritos,
parajes y posiciones en una bola que orbita sin cesar, en sentido opuesto al
que viajo. Saltamos de Bangkok a Pakistán,
saltando por la India y por Nepal. En la la misma altura que la India queda Omán
, solo hay agua con un relieve debajo y un mundo de seres vivos, tan infinito
como el que queda allí arriba, que parecía el mismo cielo. Pero no lo era,
Marta querida, era otro mundo con un cielo mas nublado, continuamente cubierto
de una capa plomiza, que incluso rozaba el suelo, mientras la marea un par de
veces al día, subía y bajaba, y al
descender bajaba el agua dejando al descubierto un inmenso cementerio de
corales cubiertos por una arena ya no tan blanca, como la playa maya. Aun, Marta,
crees que existe? esa orilla que pretende encontrar ese estado Nirvana y ser la
gran metáfora de la Felicidad, el
símbolo del paraíso encontrado. Piensas que un litoral, una cantidad de arena,
unas miles de toneladas, un poco de polvo que se frena en la roca dura coloca en el ser humano ese
estado deseado. Anhelamos siempre lo que no tenemos. Nos quedamos con la superficie, en el plano
sin ver más allá…miramos raso el mar, sin ver su fondo con todas sus galaxias,
nos quedamos con su brillo, con el color,
con tan solo una sensación que creemos que nos desmonta…
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