En las profundidades del desierto, entre laberintos de
ramblas de todos los tamaños, encuentro seis puntos de igual diámetro y
profundidad dispuestos casi horizontalmente en las alturas de gargantas
perdidas.
Mi mirada se precipita a lograr entender en el limitado
tiempo que disponemos en momentos así, - cuando creemos descubrir algo
arqueológico, aquello que nos llena de la mayor alegría y plenitud- en entender
porqué están tan alineados esos puntos a esa vertiginosa altura. Dudo que la
fauna del desierto actuara con esa precisión...No obstante, algún efecto de la
naturaleza sí actuó perforando la dureza de esa piedra milenaria. Si calculo la
capa de sedimentación y si la sedimentación es el proceso por el cual el
material sólido, transportado por una corriente de agua, me pregunto entonces,
cuánta cantidad de agua pasaba y de qué manera se filtró justo por esa roca ,
cuando pasaba ese río o mar. A qué velocidad viajaba ese líquido y qué
capacidad de transportar materiales tenía, para que ese sólido desapareciera y
sedimentara de esa manera artística y única. Cual era el peso específico de
esos materiales para favorecer esa eliminación de material, esa ausencia de viscosidad,
textura, porosidad, al fin de peso. Ese peso de las cosas....
El peso de las cosas y esa arqueología fascinante que
encuentro por todas partes.